¿Por qué es tan importante la #colaboración? ¿Qué es y cómo funciona?

Allá por 2008 escribíamos en ergonomic sobre una charla que Andrew Keen daba en el Oxford Internet Institute. En esos días, Keen ironizaba lo que entonces llamaba:

“… las tres “C” que promueve el evangelio de Silicon Valley: colaboración, comunidad  y conversación…”.

Desde entonces hasta ahora muchos bits han pasado bajo nuestros teclados. Hoy se discute menos sobre Web 2.0, una parte de Internet se ‘salió’ de los navegadores como nos decía Anderson y por sobre todo la fauna de dispositivos digitales se ha multiplicado a una velocidad sorprendente (ver los datos de Internet Telecommunication Union).

Sin embargo, aunque mucho ha ocurrido entre el ’08 y ’13 aún queda bastante por explorar y precisar en cuanto a qué entendemos por  colaboración, comunidad y conversación. Quizá hoy se habla menos de MySpace y más de Facebook Graph Search sin embargo, precisiones y aclaraciones más flexibles necesitan desarrollarse en torno al componente tecno-social de la colaboración.  Éste es un tema que está explorado en los tempranos días de Internet con trabajos como el de Communities of Practice: Learning, Meaning, and Identity por Etienne Wenger.

En conversación con un alumni de Outliers School surgió la idea de pensar en un simple pero inclusivo diagrama cartesiano que interrelacionara las dimensiones de aprendizaje individual, colectivo, formal e informal. De aquí se identifican diferentes posibilidades de crear y aprender con otros.  En esta imagen, especialmente en los cuadrantes superiores se observan diferentes dimensiones relacionadas con la idea de ‘aprender con otros’. Lo interesante es que tras el concepto de ‘colaboración’ observamos diferentes niveles de profundidad y ciertamente de complejidad. Sería impreciso referirse a la colaboración con un concepto unidimensional. Adicionalmente la puesta en marcha de una práctica colaborativa implica la adopción de una serie de competencias y habilidades.

Un claro ejemplo de su importancia se observa en la prueba escolar parametrizada de la OCDE (conocida como PISA) que a partir del 2015 comenzará a evaluar: “Collaborative problem solving (computer based)“. Un documento publicado por la OCDE llamado “Educating for Innovative Societies” (Conference Summary Report, 2012, pdf) plantea la siguiente definición:

“Collaborative problem solving competency is the capacity of an individual to effectively engage in a process whereby two or more agents attempt to solve a problem by sharing the understanding and effort required to come to a solution“.

En su libro ‘Net Smart‘, Howard Rheingold sugiere una esala de crecientes niveles de complejidad dentro de los territorios de la colaboración. Resulta interesante (y en alguna medida clarificador) cuando el autor señala que ‘networking’ es apenas el nivel más básico de colaboración (puesto que existen otras fases que demandan mayores niveles de compromiso y participación por parte de los integrantes). Aquí una síntesis:

1. Networking. More simple level of collaboration. It implies low risk and low commitment from the participants perspective.

2. Coordination. It requires similar level of commitment than the one observed in the ‘networking’ level, but the members identify mutual benefits establishing additional incentives.

3. Cooperation. It implies a more active attitude towards sharing and exchanging. Members identify a common purpose. Importantly there is a higher level of trust among participants.

4. Collaboration. All participants shared goals. It implies all the previous level, but in addition participants comprise mutual benefits, share risk, resources and rewards.

Rheingold sugiere que la colaboración implica un nivel superior de cooperación, coordinación en donde los actores comparten riesgos, incentivos y beneficios. Recomendamos ver la charla TED de Daniel Pink sobre incentivos de corto y largo plazo.

Aquí es interesante ver que en trabajos previos (Dutton*, 2010 o Cobo, 2012**) sobre colaboración no se entiende como un concepto unívoco plano sino que existen diferentes dinámicas de negociación por parte de los actores. Según estos estudios, las tres jerarquías generales que se utilizan dentro de la colaboración a través de Internet son:

• (nivel 1) “compartir” [sharing] documentos, datos y otros recursos digitales, por ejemplo a través de enlaces de hipertexto,
• (nivel 2) se incentiva la “generación de contribuciones“ a través de notas y otros contenidos producidos por diferentes individuos , y
• (nivel 3) co-creación, por ejemplo, mediante la creación activa y distribuida (muchos-a-muchos) de uno o más textos.

Este tercer nivel de ‘co creación’  (es quizás el más interesante pero difícil de conseguir) se refiere a “las redes peer-to-peer de colaboración”. La ‘co creación’  está sustentada en la permanente negociación entre los individuos, la activa participación y por sobre todo la creación de conocimiento de “muchos a muchos”. Sobre la base de esta taxonomía, el flujo de información (y su complejidad) varía dependiendo del nivel. Se extiende desde el nivel básico (uno-a-uno) donde los usuarios “comparten” información con otros hasta un nivel más complejo (muchos-a-muchos). El intercambio de información puede llegar hasta una etapa de “co-creación” donde las comunidades de usuarios (“peer-to-peer“) contribuyen activamente con otros.

Por otra parte, al momento de pasar de la teoría a la praxis, especialmente para quienes están interesados en desarrollar competencias para la colaboración (ya sea en entornos de aprendizaje formal o informal) sugiero revisar un interesante trabajo sobre competencia informacional y resolución de problemas (que Antoni Badia*** gentilmenente compartió conmigo). En este estudio se analiza la relaciones entre: resolución de problemas > interpretación de la información > construcción de conocimiento. El trabajo indica que para que ello funcione debe haber división de responsabilidades, además de una pre definición de las tareas a realizar, entre otros aspectos claves. Algo que Dutton describe como la modularización de las contribuciones (ej.: Wikipedia).

Aunque es ampliamente sabido (gracias a trabajos como el de Ética Hacker**** o de @BiellaColeman, pdf) recomendamos darle un vistazo a cómo funcionan las comunidades virtuales en el mundo informático (más conocidas como ‘geeks’) quienes con una efectividad notable logran trabajar colaborativa y globalmente a través de Internet (ver post: ‘Los geeks son los arquitectos de la sociedad del conocimiento‘). Estoy convencido que se puede aprender mucho de las metodologías de trabajo colaborativo que ellos adoptan.

Es probable que el ‘evangelio’ de la colaboración que nos decía Keen siga tan o más presente que antes. Como siempre no se trata de hardware sino de humanware y de cómo aprovechamos lo que algunos llaman nuestra tecnología social.

 

[Referencias abajo]

* W. Dutton. “Networking Distributed Public Expertise: Strategies for citizen sourcing advice to government”. In: One of a Series of Occasional Papers in Science and Technology Policy, Science and Technology Policy Institute, Institute for Defense Analyses, Pennsylvania Avenue, Washington DC (2010).

** Cobo, Cristóbal (2012) Networks for Citizen Consultation and Citizen Sourcing of Expertise: Exploring Innovations in the Public Sector. Contemporary Social Science (Special Issues: The Social Dynamics of Web 2.0) ISSN: 2158-2041

*** Monereo, C., & Badia, A. (2012). La competencia informacional desde una perspectiva psicoeducativa: enseñanza basada en la resolución de problemas prototípicos y emergentes. Revista española de Documentación Científica, 35(Monográfico), 75–99.

****Himanen, P. (2010). The Hacker Ethic. Random House.